Discografía
Integrantes en el álbum
JUAN CARLOS BAGLIETTO - Guitarra y voz
MARIO CORRADINI - Guitarra y voz
JUAN CHIANELLI - Teclados
DANIEL WIRTZ - Batería
JORGE LLANCH - Bajo eléctrico
PIRAÑA FEGÚNDEZ - Flauta traversa
Biografía
Durante la última dictadura militar, un grupo de amigos rosarinos, se reunió para darle vida a Irreal, una de las bandas emblemáticas del Rock local. Fue en diferentes etapas, porque hubo recambio de músicos en uno y otro momento. Y pese a que Irreal no llegó a registrar ninguna producción discográfica –sólo grabaron un demo en cassette– cobró gran relevancia por la calidad de los músicos que pasaron por el grupo. El primer momento fue del 76 hasta el 78 o 79, y de ahí en adelante hasta el 81 cuando se terminó el grupo de la peor manera: censurado.
La amistad barrial, el fútbol y las calles compartidas hicieron real a Irreal. Al menos así lo recuerda Juan Chianelli, uno de los principales integrantes de la banda que estuvo desde el comienzo y hasta el final, que además de tocar piano se animó a agarrar la guitarra.
Chianelli vivía en la misma cuadra que Adrián Abonizio y Hugo Garcia. Según resume: "entre los tres pasaron del fútbol al Folclore" casi sin escalas. Y claro, después del Folclore vino el Rock. A esa altura, Hugo García ya tenía su grupo y Chianelli el suyo. Aunque siempre estaban en permanente rivalidad por las bandas, los dos comenzaron a limar algunas asperezas y con Abonizio de por medio se reunieron para el armado de un grupo que ya comenzaba a virar hacia el rock. Después se acercó Marcelo Domenech, también vecino del barrio, más tarde llegó el Topo Carbone (que era el único que no venía de otra zona) y finalmente se incorporó Yayi Gómez, el hijo del saxofonista Walter Gómez. "Mi idea era tocar el teclado. Por aquellos años existía el Farfisa pero eran realmente muy caros, era el sonido de la época. Los órganos como en Los Gatos", recuerda. En el 75 ya se juntaban a ensayar en la casa de la abuela de uno de los músicos, frente a la plaza Buratovich en el corazón de Echesortu.
El séptimo miembro de la banda fue José Luis Aguilera, más conocido como el Zapo Aguilera, percusionista. Su presencia fue tan importante (aunque nunca llegó a tocar) que fue el que le puso el nombre Irreal, una noche luego de un ensayo en la vieja pizzería Pedrín.
Aunque Irreal existía desde julio 1976, el debut oficial fue el 16 de diciembre de ese mismo año en Il Trovatore, teatro del club Italiano de Rosario, junto al grupo Caballo de Mar, de San Nicolás. "Tanto la música como las letras de Adrián eran muy intuitivas. El mensaje en sí era mucho vuelo, mucho lirismo", cuenta Chianelli.
Pero lo más difícil de aquellos años era conseguir un lugar para tocar. Tal es así que en varias ocasiones alquilaron las salas de la facultad de Ingeniería a cambio de una donación para la Cooperadora. Incluso, llegaron a tocar en La Comedia con el teatro lleno total y en ese show se pudo ver por primera vez el cortometraje de Mario Piazza Sueños para un oficinista. De esa noche no puede olvidarse. Es que al final del concierto se fueron a escuchar la grabación a la plaza Buratovich y les sucedió algo que estaba de moda en ese momento del país, pero que a ellos nunca les había tocado.. De esa misma noche salió el tema Pánico en Buratovich, inspirado en ese mal momento.
Entre 1976 y 1977 Irreal comienza a mantener un intercambio cultural con otras provincias. Se realizan los encuentros del interior con Redd de Tucumán, Trigémino Buenos Aires, Agnus de Santa Fe, Dibujos Animados de Córdoba y otros. En las grias también juntaron varias anécdotas de razzias. De la vez que tocaron a metros del Obelisco, en Capital Federal, recuerda que una noche cuando terminaron de tocar se prendieron las luces de la sala y los obligaron a salir a todos a la calle con el documento en la mano.
A fines de 1977 cuando la banda estaba logrando definiciones en cuanto a lo estilístico y afianzándose en lo profesional, Abonizio decidió dejar el grupo para desarrollarse como solista. Lo que golpeó a los demás integrantes por su fuerte presencia autoral e inspiratoria. En su lugar, y luego de algunos acuerdos y desacuerdos, lo invitaron a Juan Carlos Baglietto, viejo conocido y telonero de Irreal y de casi todos los grupos de Rosario. Baglietto le aportó al grupo una fuerte presencia escénica.
A fines de 1978 Yayi Gómez es quien deja Irreal por cuestiones laborales y entra en su lugar Juan Piraña Fegúndez, en flauta y percusión.
El último en irse del grupo, pero no por decisión propia, fue Marcelo Domenech, convocado por el Servicio Militar Obligatorio. En su lugar ingresa Juan Ricci, ex bajista de Síntesis.
Al promediar 1979, producto del desgranamiento que sufrió en tan poco tiempo y desencontradas aspiraciones personales, en una reunión realizada en la casa de Juan Chianelli, se decide ponerle fin a la banda.
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